Consejos de uso
El componente refractivo, es decir la presencia de emetropía, miopía, astigmatismo, hipermetropía o presbicia es un componente muy importante dentro de la salud visual, pero no es el más importante. Lo más importante es descartar enfermedades como glaucoma, catarata, degeneración macular, desprendimiento de retina, entre otras muchas que sin una identificación oportuna o tratamiento adecuado pueden conducir a la ceguera.
Sin importar cuál de los dos profesionales habituales, el oftalmólogo o el optómetra realice la formulación y adaptación de los lentes de contacto es necesario una evaluación periódica por parte del médico oftalmólogo o especialista en oftalmología para evaluar de forma completa el estado general de los ojos.
Siempre se debe tener en cuenta dos puntos:
- Que sean adaptadas por un oftalmólogo o por un optómetra en una clínica o consultorio mediante el examen apropiado.
- Que sea descartada cualquier enfermedad en los ojos del paciente previo a la adaptación de los lentes, esto quiere decir que es ideal que el paciente cumpla con la frecuencia de visita al médico oftalmólogo.
Con algunas medidas de cuidado del lente de contacto se pueden disminuir los riesgos y evitar complicaciones asociadas a su uso.
- Lavar las manos con jabón y abundante agua antes de manipular los lente de contacto
· Lavar diariamente el estuche en el cual se depositan los lentes de contacto durante la noche
· Lavar diariamente los lentes de contacto con las soluciones indicadas por el optómetra o por el médico oftalmólogo
· Siempre cambiar primero el ojo derecho y luego el ojo izquierdo, de esta manera no se confundirán
· Suspender el lente de contacto ante cualquier molestia y consultar de forma inmediata
- Cambiar frecuentemente el estuche donde se guara el lente de contacto